El compromiso de la comunidad educativa de la Escuela Manuel Orella con sus estudiantes reafirma el valor de una educación pública inclusiva y con sentido de proyección.
Con gran orgullo, la Escuela Manuel Orella Echánez de Caldera ha consolidado su taller laboral como una instancia formativa clave para estudiantes que, pese a estar en una escuela básica, presentan trayectorias educativas diversas y necesidades específicas.
La directora del establecimiento, Sandra López, destacó el impacto que ha tenido este espacio en la vida de las y los estudiantes, señalando que “la importancia que tiene el taller laboral es dar herramientas a nuestros estudiantes que egresan de octavo básico para que puedan entrar al ámbito laboral, darles alternativas para que puedan crear emprendimientos junto a sus propias familias. Se han transformado estos últimos dos años en nuevas expectativas de vida para sus padres, madres y apoderados. A pesar de que es una escuela básica y tenemos estudiantes de mayor edad, logramos trabajar de buena forma con ellos, porque han estado con nosotros durante toda su enseñanza básica”.
El taller, enfocado actualmente en repostería, ha sido una plataforma para que jóvenes como Matías Olivares, de 17 años, comiencen a desarrollar sus propios proyectos. “Me gusta mucho el taller porque aprendo muchas cosas nuevas. Estoy usando lo que sé para comenzar un emprendimiento de repostería”, comentó Matías.
Desde el ámbito pedagógico, la profesora diferencial y educadora de párvulos, Jessica Andrea Pino, enfatizó el enfoque formativo integral del taller, comentado que “la idea del taller es desarrollar habilidades para la vida; no solo es un espacio donde los apoderados traen a sus hijos, sino un lugar donde los chicos aprenden habilidades reales. Trabajamos también con las familias. En el taller hacen todo el proceso: van al supermercado, compran, cocinan, hornean y venden. Incluso trabajamos en que aprendieran a manejar dinero, identificar billetes y dar vuelto. Todo eso ha sido un trabajo diario.”
El compromiso de la comunidad educativa de la Escuela Manuel Orella con sus estudiantes reafirma el valor de una educación pública inclusiva y con sentido de proyección, que pone en el centro las trayectorias y el futuro de cada niño, niña y joven.